viernes, 5 de diciembre de 2008

LA COLUMNA DESVIADA


El inexorable paso de las calendas griegas…
Cronometrando esperanzas frustradas: Chester Swann.

Luque, 13 de noviembre de 2008.

Ya estamos cerca de los cien días, respirando en una enrarecida atmósfera de indefiniciones, contradicciones, conspiraciones (contra el sentido común, más que contra el gobierno), contramarchas y desmentidos; que con tantas informaciones estamos más desinformados que nunca.
Fernando Lugo, que tanto ha presumido de sus “raíces” coloradas durante la campaña previa al 20 de abril, está actuando como si le importara más parecer un jefe de estado… que serlo. Habiendo designado a gente brillante y honesta, pero poco preparada en manejos de crisis, está rodeado de un impenetrable anillo militar-policial-burocrático, que entorpece su correcto conocimiento de lo que ocurre y su contacto directo con la realidad cotidiana a extramuros del palacio de López.
Lugo debería confiar más en el pueblo que lo eligió y abrir ese anillo de anaconda con que dicen resguardarlo, para ir triturándolo poco a poco. Y no sólo él, sino sus ministros, que por estar rodeados de restos de escombros de gobiernos anteriores, no pueden estar al tanto de cuanto ocurre en sus espaldas y en su entorno inmediato; que el sabotaje de sus gestiones —valga el caso de Rafael Filizzola y su corrupta policía de orden público—, es igual o peor que una conspiración.
Nosotros, los ciudadanos de a pie y, para más inri víctimas de los desgobiernos anteriores, somos quienes tenemos que tener acceso libre y comunicación directa con los referentes del gobierno para hacer nuestros aportes (y que conste que lo hacemos gratis, de puro patriotas nomás) para ayudar a las autoridades, no sólo a adoptar medidas racionales, sino a no dejarse estrangular por el inepto aparato burocrático que recibieron como nefasta herencia.
Aún si Lugo cree ciegamente en sus asesores muy cercanos, no por ello debería dejar de contrastarlos con opiniones de terceros ajenos a su gobierno pero simpatizantes con un verdadero cambio. No basta con estar aquí y acullá, rodeado de gorilas y sin acceso a periodistas (caso Academil), saltando de helicópteros a aviones de línea. Hay que tender las manos al pueblo, a la gente de la calle, a los pensadores, creativos, intelectuales y artistas; que todos tienen algo que aportar.
Se aproximan esos cien días, en una peligrosa pendiente de ingobernabilidad. No tanto a causa de los reclamos populares, sino de las cáscaras de banana y metidas de pata de sus propios colaboradores y partidos aliancistas. Las ambiciones y luchas internas, más personales que ideológicas, inficionan el ambiente dentro de la APC y el que respira de rebote la ciudadanía mayoritaria. Al fin y al cabo, esta alianza tubo como bandera el cambio, pero ahora ofrecen más de lo mismo… para variar. ¿Habrán leído “El Gatopardo” de Lampedusa? Todo parece indicar que, muchos de ellos son demasiado aliterados para haberse molestado en leer algo, aunque los resultados insinúan que tal vez sí, aunque más Maquiavelo que Lampedusa.
En todo caso, insisto: la presidencia y los titulares de gabinete deben tener uno o varios canales abiertos (pedigüeños abstenerse) de intercambio con la gente común, sin intervención de la anaconda burocrática, Tal vez entonces, podamos compartir culpas entre todos nosotros y no sólo achacárselas a ese oscuro entorno llamado “primer anillo”.

De plomos diplomáticos internacionales
Vota sin quorum asambleario: Chester Swann.

Luque, 14 de noviembre de 2008.

Las premisas surgidas de la Declaración de Derechos del Hombre (tan rimbombante cuan inútil), proclamada por las Naciones Unidas en 1948, tienen un grave defecto que muy pocos se han molestado en hurgar. Sea por ignorancia o complacencia, los seres humanos (no sólo el hombre), incluido La Mujer —destinatarios de esos derechos de papel de coproteca—, sufren la embestida de las guerras y el hambre en escala apocalíptica, sin que las inoperantes Naciones Unidas (al menos el nombre les queda bien, aunque piensen y hagan lo contrario) puedan contener las hambrunas y matanzas violentas en África, o donde quiera haya agresiones tribales, económicas, políticas o religiosas.
Simplemente no tiene fuerza institucional ni estatura moral o ética para detener a los expansivos cuan agresivos imperios que codician los recursos de los países más pobres e incultos. Además, los Secretarios generales que han pasado por allí, desde Dag Hammarskjöld a Ban Ki-Moon, siempre han eludido chocar con los intereses que realmente manejan al mundo, a través de los bancos internacionales o empresas de cártel.
Eso sí, es una gran devoradora de burocráticos y pantagruélicos presupuestos, aportados mansamente por los estados miembros y sólo sirve para insustanciales proclamas, descafeinadas y tibias condenas; para estériles pronunciamientos diplomáticos, nulos aportes a las agencias de Cultura como la Unesco y, totalmente inoperantes para la redistribución de alimentos (FAO), detención del tráfico de armamentos o freno disuasivo a las guerras intestinas o maltrato de niños (UNICEF). Una gigantesca organización para nada.
Los “cascos Azules” de la ONU, han actuado más como mercenarios de los Estados Unidos que como garantes de la paz mundial. Incluso se han destacado en muchas intervenciones violando mujeres y niños, robando a los lugareños o simplemente mirando a otra parte mientras las fuerzas “rebeldes” o “leales” hacían sus barrabasadas contra civiles inermes, tal ahora mismo en el Congo, donde la pasan reculando pese a tener “legitimidad”.
Pero hay otro defecto más grave e igualmente soslayado por la diplomacia mundial y los escasos Hombres de Buena Voluntad ,que aún subsisten pese a las guerras preventivas, la esclavitud rediseñada y las persecuciones ideológicas.
El dichoso texto mencionado más arriba y lanzado con la pompa y solemnidad de los imbéciles bienintencionados en 1948, fue redactado por el general sudafricano Jan Cristian Smuts, uno de los artífices del apartheid (1927, siendo mayor y represor consciente) y responsable de una de las peores masacres de mineros en huelga en una de las minas de diamantes de la empresa De Beers. Todo un prócer de la infamia. Algo así como Nerón pontificando sobre prevención de incendios a bomberos voluntarios; o Atila admirando a la civilización romana desde su caballo.
Tampoco la OEA ha prestado los servicios para la que fuera creada. No ha podido evitar guerras entre los estados miembros, no ha impedido injerencias políticas de los Estados Unidos o Inglaterra (caso Malvinas) contra países pequeños, como Guatemala, Guyana, Panamá, Granada, Cuba o Chile. Tampoco ha abogado por el entendimiento de los pueblos a través del arte y la cultura.
Otra “organización” de nula capacidad negociadora, que debemos solventar para que nuestros diplomáticos pierdan el tiempo aprobando o desaprobando bloqueos o “condenando” violaciones reales o supuestas a la libertad de prensa, tal como la entiende la SIP y sus subsi-diarios con mando a distancia.
Hasta ahora han reunido a muchos cerebros en estas organizaciones internacionales, sólo para avalar lo inevitable; para ceder ante las naciones poderosas o apoyar causas perdidas. Y ya va siendo hora de tomar decisiones heroicas; de las que podríamos tomar como ejemplo a Suiza, tan mediterránea como nosotros. Esta nación, pequeña pero culta, alberga a muchas agencias internacionales de la ONU, pero mantiene su neutralidad soberana y no es miembro de la ONU, de la OTAN, de la Unión Europea ni de ninguna otra entidad multinacional, manteniendo su soberanía a ultranza, con una ciudadanía ajena a todas las crisis que azotan al resto de Europa y el mundo.
Claro. Para ello hay que ser algo más inteligente que los zopencos que manejan la política nacional y la educación (aquí es una regla sin excepciones). He ahí el primero obstáculo a salvar. Quizá de llegar a ser como Suiza, no precisemos exportar mano de obra barata al primer mundo. Es cuestión de pensarlo. Yo al menos, ya lo pensé. Decidí divorciarme de la Estupidez y espero que mis compatriotas hagan lo propio. Bastaría concubinarse con la Inteligencia y soltar lastres de plomos diplomáticos para cobrar altura desde nuestra mediterraneidad.


Las armas las carga el diablo…
pero ¿quién las descarga?

Apunta la pistola de la indignación: Chester Swann*.

Luque, 18 de noviembre de 2008.

Pareciera una insignificante cifra más de las estadísticas negras, destinadas al pronto olvido, como tantos casos denominados “desgracias”, “accidentes” o cualquier otro eufemismo que, generalmente, se usa para eludir responsabilidades personales. Me refiero a la muerte del lustrabotas de diez años: Marcelo Javier Ojeda a manos del irresponsable suboficial de 3ª Miguel Vargas Gaona (23), quien manipulaba un arma en el lugar menos indicado, como presumiendo de su tenencia y portación. Una típica bravuconada militar, más digna de cobardes que de guerreros de la patria.
En realidad el paraguayo de hoy es realmente cobarde. Para hacer gamberradas se escuda en el anonimato de una patota multitudinaria para agredir al semejante, romper vidrios destrozar muebles de escuelas y ocupar lotes ajenos. Me reafirmo. La violencia está unida en matrimonio con la cobardía y se escuda tras el miedo personal disimulado con sobredosis de alcohol u otras substancias alteradoras. Pero en el caso que nos ocupa, este suboficial —que suponemos debe estar entrenado en el manejo de esas máquinas de matar denominadas armas de fuego— debió haber violado el reglamente de seguridad. Para ello, en cada cuartel existen armerías, donde se limpian, revisan y mantienen armas de fuego.
Fui testigo de varias muertes en cuarteles por disparos “accidentales”. En el propio Batallón Escolta, en los años sesenta hubo muchos casos de soldados hiriendo a colegas, y donde se ha excluido la intencionalidad manifiesta.
Pero accidental o premeditada, una vida es apagada por causa de una negligencia y el autor se escuda tras lo “accidental” para no asumir la pena por homicidio y la indemnización a los familiares del niño trabajador como en este caso puntual.
Pero esta negligencia es responsabilidad de las propias fuerzas armadas, que no ven con malos ojos las violaciones al reglamento, ni ordenan a sus subordinados evitar hacer ostentación de armas en lugares públicos en tiempo de paz. Un homicidio, intencional o no, es delito de acción penal pública y causal de destitución del culpable para dejarlo a cargo de la justicia ordinaria. La “cárcel” de Viñas Cue no es lugar para un culpable de homicidio, sino Takumbú.
Es cierto ese viejo refranero, que sugiere que a las armas las carga el diablo; pero por ello mismo se las debe manejar con precauciones porque éstas sólo sirven para matar. Si un militar ignora esto, no debe seguir en filas. Debe ser dado de baja antes de que tome como deporte hacer exhibición de armas de fuego y matar a cualquiera con la disculpa de “se escapó el tiro”. Y ese tiro, no se le escapó al suboficial Miguel Vargas Gaona. Ese tiro se escapó de un arma de las Fuerzas Armadas de la nación.




La política de la cleptocracia ¿hasta cuándo?
Trata de exorcizar a los cuarenta ladrones: Chester Swann*.

Luque, 20 de noviembre de 2008.

A veces me daba la impresión de estar, nosotros los paraguayos, curados de espanto y acostumbrados a los impunes latrocinios perpetrados institucionalmente por los colorados. Es decir; ellos habían hecho leyes y códigos para medrar de las arcas públicas sin consecuencias legales ni justicieros castigos. Los ratones se encargaron del queso; las gallinas del maíz y los zorros del gallinero; sin más penas que una que otra destitución o un simple traslado de funciones… si se dejaban pillar in fraganti.
Desde los días del general Stroessner (no pude conocer los anteriores) en adelante, los robos eran tan descarados que parecía que la patria le tomó el gusto al estupro y se dejaba hacer sin patalear. Los colorados se empeñaron en empeñar al país y deshacer sus riquezas, como si después de ellos viniera el fin del mundo; acumulando sin tasa ni medida el sucio producto de sus rapiñas, sin que jueces o fiscales pusieran freno a sus apetencias.
De pronto apareció una especie de lucecilla al final del largo túnel del despelote, cuando se vislumbró una figura diferente, en la persona de Fernando Lugo. Muchos de nosotros —los que estábamos hartos de los cleptócratas de siempre—, nos remangamos para poner el hombro al cambio. Y lo hicimos con sobredosis de entusiasmo militante en la esperanza de exorcizar a los delincuentes y enviarlos de regreso al averno. O, en su defecto, al menos unas merecidas vacaciones en Tacumbú.
Pero la cruda realidad se impone en estos días, tras el enfriamiento del jolgorio inicial. Al parecer nos llega más de lo mismo y los nuevos dueños del pastel no se animan a poner en su lugar a los cientos, miles, de émulos de Caco, enquistados en el estado y bazofia sobrante del gobierno anterior. El reciclaje de basura se hizo carne y habita entre nosotros como pesadilla reacia al despertar.
El desenfrenado saqueo del país pareció acentuarse tras la aparente derrota colorada del 20 de abril, aunque cada día se descubren más y más intentos de encubrirlo y ocultar pruebas de hechos recientes, perpetrados por las autoridades salientes, algunas de ellas con impunidad parlamentaria. Y eso que aún no se han investigado hechos anteriores a 1989, que hay por ahí mucha tela que cortar.
Lo malo es que las nuevas autoridades no se deciden a enviar a galeras a los culpables, muchos de ellos aún en funciones, pero doblemente peligrosos y dispuestos a sabotear a Lugo. Es que éstos ejemplares están ahora como gato panza arriba y poco dispuestos a vender barata la derrota. Pero ¿En realidad han sido derrotados los ladrones, o siguen agazapados para seguir con el carnaval de la puesta en saco de lo que resta?
Los recién llegados no se deciden a tocar esa batata caliente heredada de la administración (si así pudiera llamársela) de Nicanor Duarte. Pareciera que tuvieran temor de meter la mano en un hormiguero lleno de marabuntas… o, de acuerdo a la percepción ciudadana, tal vez estuvieran tratando de hacer migas con ellos para ver si por ahí deciden compartir el queso.
Nunca se sabe con los políticos, que por ahí deciden hacer pactos contra natura y seguir con la cleptocracia habitual, quizá pensando en que ya estábamos acostumbrados.



Se impone un sumario corte a la Corte
Desenvaina la espada de Themis: Chester Swann*.

Luque, 21 de noviembre de 2008.

Se avecina una larga lucha social contra los integrantes del mal llamado Poder Judicial. No sólo por parte de los campesinos, sino de la ciudadanía toda, harta de las injusticias de esa corte no tan suprema, salvo en el arte del desvío de sentencias al mejor postor. Sus integrantes —manchados con el deshonroso estigma de la desconfianza ciudadana—, se mantienen cínicamente aferrados a sus asientos, sin atisbo siquiera de un gesto honorable, como la renuncia indeclinable o el harakiri.
Aunque esto último sólo es viable en países que mantienen incólume la tradición de la vergüenza, como el Japón de los samurais. En nuestro país, ésta se ha perdido en los laberínticos meandros de la ilegalidad y el dolo, hasta el punto de ser materia ignorada dentro de la sociedad; ajena a todo escándalo que no sea de bragas caídas, en altares de amores ilícitos.
Los actuales miembros sostienen que sólo con el juicio político podrán ser removidos; y nadie puede comprender el porqué ya no lo han hecho, que causales sobran para ello. La única defensa posible para estos impresentables, es la mala voluntad política del congreso, por ser suinos del porquerizo propio de los colorados y uno que otro liberal. Pobre argumento, si los hay para mantener a esa corte sin milagros empotrada en el otrora honorable trono de Astrea-Themis. ¿Es que no hay traseros más dignos de tales curules?
Una maldición política, heredada de la mayoría colorada convencional, es el cuoteo partidario en la “selección” de sus miembros; cuando la lógica y la ética sugieren que los jueces de la nación deben estar ajenos a toda actividad partidaria. ¿Algún ilustre leguleyo podría explicar tal despropósito? Es probable que no falte algún sofista que justifique lo absurdo de la cuestión. Es natural —en este país del absurdo digno de una novela de Franz Kafka—, que surjan idiotas titulados más afectos a la astucia que a la inteligencia, capaces de justificar lo injustificable con rebuscada verba plagada de arcaicos latinajos.
Las disparatadas sentencias emitidas por esta corte suprema, son suficiente argumento para removerla sin dilación… si Lugo tuviera sus atributos varoniles bien puestos y su alianza patética funcionara sin óxido en sus engranajes. Bastaría que buenos abogados que realmente deseen la victoria de la justicia impulsen una reforma constitucional que, en este caso puntual al menos, no se debe actuar con paños tibios. Sin justicia no habrá ni libertad ni igualdad ante la ley.
Hay que darle un sumario corte a la corte ¡ya!. Estos escombros del viejo régimen no sirven para otra cosa que perpetuar las antiguas mañas de dictaduras perimidas, en las que el inefable don Cretildo esgrimía leyes como la 209 y la 297 contra la ciudadanía desde la fiscalía general, dejando a este otro: Rubén Candia Amarilla como heredero universal de la infamia.
Y para derribar este templo de la injusticia que es el poder judicial, repito, sólo se necesitan valor y patriotismo. El resto se nos dará por añadiduras.


¿Quién está más harto que quién?
Desparrama letras sobre el papel: Chester Swann*.

Luque, 23 de noviembre de 2008.


La reciente declaración del presidente Lugo a los periodistas, acerca de su estado de hartura personal por los problemas de seguridad, y, cuantos reclamos multilaterales agobian a su reciente gobierno, me inspiran algunas reflexiones para compartir.
Explicó a los medios que él debe ceñirse a la ley y no extralimitarse ni medio milímetro. Lo que me pregunto es ¿Por qué no se ciñó a la ley para hacer juicio político a “esa” Corte y a tantos ladrones, tramposos, quemadores de documentos y otros casos que están saliendo al tapete, justamente gracias a la prensa? Al no hacerlo perdió una magnífica ocasión de deshacerse de esa morralla; salvo que no sepa con quiénes reemplazarla.
Si sólo se limitara, Lugo, a cumplir y hacer cumplir las leyes, saldríamos rápidamente de este impasse que nos imponen los colorados deshonestos, que no acaban de irse. La esperanza de la mayoría era de que el nuevo gobierno desharía a las mafias políticas enquistadas en la administración pública “aplicando la ley”. Claro que para ello se debía contar con un poder judicial creíble y fiscales celosos de su deber. Hasta ahora muy pocos de ellos están haciendo buena letra. Varios fueron recusados con chicanas para apartarlos de los procesos, ante la complacencia de la actual Corte y los plazos se están extendiendo hacia las fronteras de la impunidad.
Puedo, a fuer de buen conocedor del ambiente ciudadano, asegurar a Lugo que su hartura es mínima comparada a la nuestra, por si le sirva de consuelo ante esta coyuntura. Creo que está en sus manos y en su voluntad, acelerar el proceso y retomar la legalidad perdida. Evidentemente Lugo está siendo asesorado por sus enemigos de confianza o algo peor, si algo pudiera ser peor que eso. Debería haber sabido que la tibieza no le serviría en esta lid contra los sinvergüenzas y sólo una saludable severidad lograría buena cosecha de resultados.
Hasta daría la impresión de que él está cada vez más sólo, apenas acompañado de sus poverettos del campo y abandonado de su base política urbana, que ahora quiere volar con alas propias. Si hoy toma decisiones expeditivas —aún dolorosas—, será apoyado por la ciudadanía, e incluso por los colorados decentes y liberales patriotas, que los hay sin duda. Pero debe tomarlas ya y no esperar que este congreso con dos malolientes cámaras sépticas lo haga por él.
Lugo tiene que reconocer que está aferrándose a un clavo caliente y rodeado de quienes han jurado destruirlo, por privarles de sus privilegios. No en vano los Galaverna, Ña Deló y otros de ese jaez han jurado retomar el poder, “a votazos o a balazos” si se frunce por ahí. Y ésos, están allí nomás, esperando sus metidas de pata, sus vacilaciones, sus traspiés y el fracaso final. Nunca se fueron del todo y aguardan su oportunidad de retornar a sus fuentes de riquezas malhabidas.
Un presidente está para hacer. No para esperar que otros lo hagan por él. La responsabilidad es sólo suya y, si teme caer mal o bien a tirios y troyanos, la historia lo recordará por lo que pudo haber hecho y dudó en hacerlo… cuando tuvo la ley en la mano.



Cien días pasan volando
Cronometra calendarios atrasados: Chester Swann*.

Luque, 25 de noviembre de 2008.

Mucha tinta se derrama en la prensa por los primeros cien días del gobierno post colorado de Fernando Lugo; presidente pintoresco si los hay, en esta tierra donde todas las teorías son sepultadas sin honores en el cementerio del olvido. Valga esta introducción en este tema, tan intranscendente como puede serlo el exigir cuentas extemporáneas a alguien que apenas empieza a caminar. Nadie hizo —al menos que yo sepa— una encuesta sobre los sesenta y ocho (desde Morínigo) años del coloradismo eterno, como aún lo llaman sus exégetas; pero se preocupan de estos cien días de escasos resultados, como si Lugo fuera Dios y omnipotente… o emisario de Lucifer para algunos ultraconservadores.
Pero aquí, en la tierra, nadie es omnipotente y mucho menos Dios, aunque lo haya servido como intermediario alguna vez por ahí en un perdido rincón del Paraguay. Tan perdido que hasta Dios pudo haberse olvidado que allí existen pobres, olvidados hasta del diablo.
Cien días, tras 22.165 días de gobierno colorado ininterrumpido, es casi nada. Apenas un minuto de este nuevo siglo; pero azuzado, ese minuto, por una larga y postergada impaciencia que recién ahora comienza a desbordar del cauce de la resignación. Pareciera que el prolongado silencio y las mordazas recientemente aflojadas incitan a opinar para que se acelere un proceso que nunca tuvo inicio, más que en papeles.
En este país la institucionalidad ha pasado a cuarto o quinto plano ante la avidez por la rapiña de recursos y fondos del fisco, desde hace bastante tiempo. Si se hubieran usado esos recursos con patriotismo y sabiduría, nuestro país no hubiera tenido necesidad de mendigar chequeras taiwanesas ni préstamos usurarios para “el desarrollo” del benemérito FMI. Ahora hay que poner todo en orden, hacer números y controlar desprolijidades pretéritas para saber qué nos depara el presente; que el futuro es aún incógnita a resolver.
Cien días pasan volando, sin billete aéreo ni pasaporte de cabotaje, y a tal velocidad que burla a los calendarios de la memoria. ¡Y qué interminables fueron esos años de coloradismo! ¡Tan lentos, que parecían pasos de caracol cojitranco en muletillas, a ritmo cansino de siestas caniculares! Hasta parecía que el tiempo se detuvo en el Paraguay, entre el paleolítico inferior y el político sub inferior. Y que conste que no tengo nada personal contra los colorados, que después de todo se limitaron a imitar a sus antecesores; ésos, que creían tener sangre azul y crearon guerras civiles cual si nunca hubieran conocido la civilización.
La política paraguaya, desde sus espurios orígenes coloniales, estuvo signada con el estigma del dolo, la traición y la tortuosidad de sus métodos conspiraticios. Hasta daría la impresión de que eran más discípulos de Maquiavelo que de Rousseau. Por fin, un marzo de 2006, apareció un chispazo al final del oscuro túnel de la desesperanza en la persona de un conocido obispo.
Ese obispo acaba de ser ungido presidente, tras iras y aflojes con el Vaticano, el nuncio apostólico del diablo y la CEP, y si todavía no llenó expectativas acumuladas, al menos sigue teniendo la confianza de la mayoría. ¿Qué podemos esperar de este gobierno, formado con muchos profesionales de vocación equivocada y nula experiencia en los laberintos florentinos de la intriga? Quizá honestidad incipiente y poco más… pero ese poco más es justo lo que le faltaba a este país.

La policía bajo sospechas…
Inspecciona con la lupa de la desconfianza: Chester Swann*.

Luque, 26 de noviembre de 2008.

La sorpresiva irrupción del fiscal Giuzzio y comitiva, escoltado por gorilas de la FOPE a las dependencias del Cuartel Central de la Policía Nacional, llamó la atención por ser la primera vez que ocurre en nuestra larga historia de descalabros administrativos.
Nunca ninguna autoridad civil puso en duda a la policía, aunque se sabía de los chanchullos que allí ocurrían, que eran secretos a gritos. Desde que recuerdo, desde los días en que el general Brítez manejaba la institución con mano de hierro, la policía manejaba bandas de robacoches, asaltantes, traficantes y ventas de “seguridad” a conocidos hampones de frontera. Hasta el “gordo” tenía su propio aparato delictivo amparado por su concesivo papá.
Tampoco el general Sánchez, puesto por Rodríguez tras el golpe, tuvo los dedos mancos, llenando la institución de fantasmagóricos agentes que, tras cobrar en planillas, se diluían en el enrarecido aire que rodeaba a la misteriosa institución. No había fiscales ni jueces que se animaran a enjuiciar a tales militares que hacían y deshacían a su antojo; toda vez que se beneficiaran sus faltriqueras insaciables.
Sorprendió a la opinión pública que fiscales y un ministro del interior allanaran a una institución verticalista, militarizada y jerárquica como ésa. Y mucho más, que lacraran oficinas allanadas en busca de “irregularidades”; aunque la opinión pública sabe que en el gobierno, en todas sus dependencias, lo irregular es la norma y no la excepción. Al menos los colorados nunca se preocuparon en disimularlo, en la errónea creencia de ser eternos en sus cargos y a salvo de toda justicia humana.
La policía, ésa policía, conformada por garroteros vocacionales robotizados por la obsecuencia indebida, maestros de la brutalidad, poco aptos para las artes marciales, las ciencias humanas y el correcto uso de la deducción inteligente, debe desaparecer. Se debe echar sin contemplaciones a todos los que iniciaron su carrera como perros de presa de la tiranía de Alfredo Stroessner. Será mucho más fácil crear una nueva institución, sana, honesta e inteligente, con jóvenes graduados universitarios (derecho, medicina forense, administración, psicología, etc.) ajenos a las malas artes de los viejos oficiales escalafonados bajo jerarquías sospechosas, donde la antigüedad prima sobre la competencia. Será mejor sanearla por medio de amputaciones sumarias de cirugía profunda, antes que cambiar a meros “fusibles” para no cambiar nada.
La policía (y las demás instituciones del estado), está corroída por la gangrena de la corrupción, porque maneja dinero antes que ideales. Está devorada por el cáncer de la ambición, que ha superado a los anticuerpos del patriotismo y el servicio desinteresado a la sociedad. La ambición del tener, ha dejado de lado al ideal del Ser y esto que queda, es un resabio no extirpado de viejas tiranías donde a la policía le ha tocado hacer el trabajo sucio de reprimir, torturar y asesinar a disidentes. ¿Es esta policía la que nos merecemos, tras largo sufrimiento de vivir en la oscuridad del miedo?
Necesitamos una nueva policía, educada para la libertad y la responsabilidad social; una institución confiable y patriótica que desdeñe las mieles falsas de la corrupción, el prebendarismo y el lucro fácil al margen de las leyes. Necesitamos una policía identificada con la sociedad y no simples pretorianos o asesinos a sueldo al servicio de quien pague más. Necesitamos una policía ideal y no simples pistoleros uniformados de gatillo fácil.
Es decirlo en pocas palabras: necesitamos una policía inteligente y eficaz, más en función preventiva que represiva; que sea el brazo derecho de la justicia, antes que el brazo oculto del hampa.

Yasyretã y la alta ingeniería de la corrupción
Alza la cota de las sospechas ciudadanas: Chester Swann.

Luque, 28 de noviembre de 2008.

Si bien muchos estamos ajenos a los manejos internos de las binacionales —por razones bien conocidas del “secreto de estado”—, la prensa nos da cada tanto alguna que otra información… después de llenarnos durante años de propaganda, tendenciosa, costosa e innecesaria de esas entidades, en páginas y pantallas de TV.
Sería redundante citar los hechos, ahora investigados por los nuevos administradores, ya que la prensa se encarga de desnudar cifras y frases. Todas colindantes con las picardías de quienes usaron y abusaron de las obras no ejecutadas, productos sobrefacturados, indemnizaciones falsas y cientos de ítems más.
La descripción menemista de “monumento a la corrupción” va quedando corta y apretada como ropa vieja. Cabría mejor “corrupción monumental” planificada y avalada por ingenieros de ambas márgenes del Paraná. Ingenieros hábiles, por cierto, en el arte de multiplicar beneficios personales y maleficios colectivos. Lo sorprendente es que hubieran dejado tantas huellas de la infamia, como si se consideraran indestructibles e inexpugnables a contralores y fiscales.
Este ciudadano —con el escepticismo amotinado por la experiencia y las esperanzas rendidas a la decepción—, poco espera de las autoridades judiciales actuales. Son las mismas que estaban durante la época en que las irregularidades eran norma, por lo que, poco aguardo de su diligencia y celo rectificador. Casi todos los intentos similares en Itaipú, fueron chicaneados con recusaciones ridículas a fiscales y poco se espera del desafuero de Bernal. Los “recaudadores” de puertos, fueron prontamente liberados, pese a las abrumadoras pruebas de sus felonías y no hubo consecuencias de las intervenciones fiscales.
En cuanto a los recientes piromaníacos de pruebas, sabido es que, apenas pisaron tras las rejas fueron liberados de polvo y paja como buenos chicos. Las autoridades de la justicia, evidentemente están de parte de la corrupción y el dolo, aunque no hesiten en condenar a inocentes o bagatelarios ladrones de gallinas.
Lugo la tendrá muy dura en este período, si insiste en mantener en planillas a quienes han demostrado suficientes méritos para ser destituidos y dados de baja deshonrosa de sus funciones, solamente “por no pisar la ley”, según sus expresiones… o molestar a los sindicatos de truhanes de los entes públicos. Debe saber que tendrá sabotajes y cáscaras de banana a cualquier iniciativa de transparencia u honestidad administrativa. Y dejar impunes o intocados a los viejos camanduleros, es pisar la ley, aunque no se anime a tomar al toro por los cuernos.
Si ahora no aparta a quienes están bajo la lupa y con pruebas, mañana será tarde y los anunciados cambios quedarán en expresión de buenas intenciones, ésas que pavimentan los caminos que conducen al infierno. Sólo que será la ciudadanía la que sufrirá las consecuencias de ese infierno. Los otros, los ingenieros de la corrupción, ya compraron el paraíso y la fresca viruta al contado rabioso.


Cien días a trancos y barrancos
Piensa a tientas y con muletillas: Chester Swann.


Luque, 2 de diciembre de 2008.

Hoy, entre las 09 y las 12 AM se realizó en el Granados Park, hotel postinero si los hay, una evaluación del CIRD sobre los primeros cien días de este gobierno, bajo la conducción de una ONG representada por Alejandro Vial Saavedra, quien se explayó sobre decretos, encuestas, fortalezas y debilidades a enfrentar. Entre lo positivo, dijo Vial Saavedra, se resaltó la lucha contra la corrupción, aunque su parte negativa fue la impunidad propiciada por chicanas judiciales y un poder donde la justicia brilla… por su ausencia.
Me llama poderosamente la atención los financiamientos de la fundación AVINA, subvencionado por una empresa suiza, fabricante de los cancerígenos techos de fibrocemento “Eternit” y muy cuestionada por los ambientalistas serios. También el NED (National Endowment for Democracy, que es nacional fuera de esta nación, pero actúa como si fuese nativa), una suerte de tentáculo de la CIA y su brazo diplomático USAID. Pues a veces cuando la limosna es grande… los santos desconfían, y, es de algunas de esas entidades cuya generosidad suele despertar sospechas, que suelen financiar supuestas democracias dependientes o unidas en vasallaje a las transnacionales. Es decir: democracias políticamente correctas.
Y no es que uno esté contra esa cosa misteriosa y mítica llamada “democracia”, ni contra partidos políticos tradicionales, sino contra las penetraciones silenciosas de empresas sospechosas de contaminar suelos y conciencias para ganar dinero fácil. De todos modos, escuché con atención al expositor, mirando medio de reojo a una bella y silenciosa dama que, en lenguaje gestual de sordomudos, transmitía en silencio las palabras del mismo.
Los materiales distribuidos a los espectadores fueron bastante ilustrativos. Había que tener fe en que este gobierno al menos intentaba hacer bien las cosas; que ése era el mensaje. Toda duda sería considerada subjetiva, producto de emociones mal contenidas o impaciencia largamente frustrada.
Pero sigo pensando en que Lugo pudo hacer mejor las cosas, desmantelando el actual poder judicial para tener vía libre de sanear las instituciones. El resto habría venido por añadiduras, que la impunidad colorada no es producto sólo de abogados chicaneros, sino de una pesada estructura concebida para delinquir discrecionalmente desde el poder… o ser absueltos cual impolutos querubines fuera de él.
Evidentemente el CIRD y sus patrocinantes tienen buenas intenciones; como las que adoquinan el camino al infierno. Me hubiera gustado, aunque fuese por unas horas, ser el ciudadano conformista, crédulo y mediatizado; sólo para creer que Lugo hizo bien las cosas en menos de tres meses, aunque sin tocar más que de refilón las estructuras heredadas. Lamentablemente se impuso mi escepticismo largamente adquirido y, aunque me pusiera a analizar cifras, gráficos tortas, diagnósticos y monitoreo de medios y opiniones, no sacaría conclusiones favorables al nuevo gobierno.
Principalmente porque los colorados no fueron desalojados del poder y siguen estando ahí, metidos en el congreso, en el poder judicial, en los entes y dondequiera se pueda seguir robando sin ser culpables.
Lo único que ha cambiado es que ahora están en libertad vigilada y si roban deberán hacerlo con disimulo y sin la soberbia ostentación de antes. Gatopardismo, que le dicen.

PARAGUAY:
entre el socialismo bolivariano del siglo XXI
y la perimida barbarie criolla del siglo XX.


Duda con absoluta seguridad: Chester Swann.

Luque, 4 de diciembre de 2008.

Voces airadas y mediáticas se alzan en furiosas volutas al éter, e inundan con renegrida tinta las páginas de los medios de distracción masiva; a causa de la presunta injerencia venezolana para atraer a nuestro país al UNASUR, como si Chávez fuese Belzebuth atrapando almas para el infierno con caña de pescar. Y fíjense que no exagero, que nuestros conservadores “liberales” aún medran mentalmente en el medioevo inquisitorial, aunque simulen vivir en el siglo presente y en democracia.
Y estas prédicas de los profetas apocalípticos del desierto son profusamente alimentadas por los Grondona, los Montaner, los Oppenheimer, los de la “fundación Libertad”, los alfadiabéticos de acero oxidable, los mitristas Vargas Peña, los Jaeggli y otros próceres de la “libre” empresa. Y de seguro engolosinados con dólares de algún generoso cártel aceitero del Norte o de alguna petroquímica especializada en agentes naranjas y semillas cancerígenas de torcido abolengo.
Pareciera que la orientación lateral algo zurda, es cierto —de muchos países del otrora humillado Sur— provocara la alarma de quienes siempre se creyeron dueños de un supuesto backyard (patio trasero, para los desinformados de siempre). Algunos gobiernos de aparente tendencia de izquierdas, como Chile, Brasil y Uruguay apenas suscitan roncha a los de allá arriba, por su tibieza poco radical y tendencias algo descafeinadas. Pero no es de ignorar que Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Ecuador, Bolivia, Argentina y Guatemala estén reclamando soberanía a las transnacionales del Big Business, tras décadas de ser poseídos sus recursos, a precio vil de bananas y café de Frutas Unidas & CIA.
Si bien Lugo es el niño mimado de Washington… al menos por ahora, no es menos cierto que su pendularidad ideológica despierte la alarma de la “intelligentsia” neoliberal criolla, que ha desatado una campaña mediática y apocalíptica de “advertencias”. Pero, me pregunto, si Chávez es más malo y cruel que George “Widiot” Bush, que en materia de cadáveres cosechados en el mundo, gana por goleada. ¡Y ni hablemos de las cámaras clandestinas de tortura de la benemérica “Compañía” o las jaulas guantanameras! La cantidad de condenas a muerte en Texas, en su época de gobernador del estado, supera bastante a los fusilados en Cuba en cincuenta años, por crímenes cometidos por los hombres de Batista.
Y este escriba de lo imposible no cree que el nuevo faraón moreno del imperio será mejor, ni más humano que el que se va. Tal vez hasta sea más inteligente y simpático, eso sí; pero no menos duro y depredador que cualquier halcón republicano. Además, es buen cristiano y hasta tiene pastor, aunque espero que éste no sea Roger Kimball ni Billy Graham o Jimmy Swaggart, ultraderechosos y fachos si los hay.
El llamado “eje del mal” está encendiendo inusitadas luces rojas de alarma, como si el pensamiento bolivariano le fuera a quitar el sueño a los hermanos del norte… o el apetito. Nada más errado. Ni siquiera Castro fue nunca una amenaza para los Estados Unidos, pero sigue tan campante como un Johnnie Walker cualquiera. Además, hay que reconocer que Chávez no es Venezuela, ni Lugo tiene pasta de radical. Creo, sinceramente, que la bien alimentada campaña mediática es más producto de la angurria por dólares de donativos boreales (NED, USAID), que por causas ideológicas aún no confirmadas.
Ya no estamos en una guerra fría y no son tiempos de guerras sucias, como las emprendidas contra Jacobo Árbenz, Juan Bosch, Juan José Torres, René Barrientos, Omar Torrijos, João Goulart o Salvador Allende. Hasta los tan temidos izquierdistas se han aggiornado optando por la socialdemocracia; en tanto que, las corporaciones siguen con sus maléficas mañas de muy antiguo y no tienen visos de cambiar de hábitos depredadores de recursos; que de eso se trata y no de otra cosa.
América del Sur tiene muchos recursos, como para dictar pautas e imponer su cosmovisión en el nuevo siglo… si no nos dejamos engañar de nuevo por la “democrática” prédica de los antiguos dueños del patio trasero, que se resisten a ser desalojados con todo y Doctrina Monroe.



¿Pacto de gobernabilidad…
…o contubernio masónico-político?


Escribe la letra chica de las planchas: Chester Swann*.


Luque, 5 de diciembre de 2008.

El presidente del congreso, Enrique González Quintana, propuso hacer una reprise del famoso Pacto de Gobernabilidad, que diera una frágil y efímera legitimidad al fraudulento gobierno de Juan Carlos Wasmosy, que no fue otra cosa que un enjuague entre masones, en el Templo de la Gran Logia Simbólica del Paraguay de Palma casi Colón. El objeto de ese pacto era de integrar una corte a la medida de los partidos políticos, pero finalmente los colorados hicieron lo suyo descartando a sus adversarios.
No iré a hablar de aquél pacto, cuyos magros resultados fueron apenas la impunidad de algunos ladrones de guante blanco, mandiles bordados y grados simbólicos, y la irrupción de los H:.H:. (honorables hermanos, en plancha al uso) en el poder judicial, para solaz y tranquilidad de quienes se disponían a desvalijar al país sin exponerse a los rigores de la ley.
Y los resultados están a la vista y paciencia de todos: la desvergüenza y las injusticias que reinan en el Paraguay, a causa de dicho fugaz contubernio, al que quieren revivir ahora, ampliado pero no corregido, que los hermanos averiados vuelven al ataque con el objeto de mantener un statu quo y un paquete partidario de cuoteo de la corte, fiscalías y juzgados. Evidentemente, calculan dónde puede apretar el zapato y saben que una eventual reforma constitucional puede cortar con los actuales privilegios e impunidades heredadas.
En la foto de UH se los ve a González Quintana y Tito Saguier departiendo amablemente, como abriendo el paraguas ante una inminente reforma constitucional y la renovación —no sólo de la corte, sino de toda las reglas del juego político nacional—, que hará trizas muchos privilegios y fueros que han causado esta dèbàcle política, desde el siglo XIX a la fecha.
Es cierto que el Gran Arquitecto permanece indiferente en su Empíreo metafísico, ya que al menos allí no se sufren los efectos de esta oscura sociedad que se proclama de filántropos y filósofos, pero la integran la flor y nata de los empresarios de frontera, jueces venales, fiscales complacientes y ministros corruptos, además de algunos que otros ciudadanos intachables… que sirven de pantalla al resto. Dada la exigüidad de este espacio, me es imposible transcribir la extensa lista de personalidades honestas y canallas que integran esta sospechosa fraternidad, que constituye una suerte de estado dentro del estado.
Fui criado entre masones, pues tenía tíos, abuelos y conocidos de éstos durante mi infancia y juventud; pero eran otros tiempos en que la hermandad prefería la calidad antes que la cantidad y las bolillas negras se prodigaban generosamente a quienes, por razones poco claras, deseaban formar parte de las logias y había reticencia en aceptarlos.
Ahora, cualquier abogadito tramposo, comerciante agiotista, contrabandista, policía o militar recibe iniciaciones y hasta existen logias truchas y cenáculos clandestinos por ahí, donde reina el más disoluto y promiscuo compadraje corporativo, cual cambalache discepoliano. Y es en este cambalache, donde medran quienes inficionan la justicia, la ética y propician la impunidad de los transgresores.
Si miramos a los sentados en el banquillo en los casos más escandalosos, sus abogados, jueces y fiscales, encontraremos logias enteras dándose la mano tras las cortinas, congelando expedientes calientes, dando dictámentes tibios o dictando sentencias absolutorias a los “hermanos” en dificultades. Y no a cambio de un apretón de manos precisamente; sino de generosas dádivas al Gran Cofre y a los Grandes Maestres.
Al menos, cotejando una extensa lista (cuya demografía se habrá incrementado desde entonces), proporcionádame por un ex alto secretario y Gran Canciller de la orden, encuentro cada vez más evidencias de dichos contubernios; sin que los hermanos honestos, que también los hay, asienten en planchas su disidencia o disconformidad. Los tribunales masónicos tampoco funcionan, al igual que cualquier tribunal partidario o corporativo, en contra de sus miembros averiados.
¿Qué nos traerán los venerables hermanos con este nuevo “Pacto de gobernabilidad” que intentan revivir ahora? De seguro más de lo mismo de siempre y ninguna sorpresa, que quienes los conocemos ya estamos curados de espanto. Y quisiera, por este medio, recordar a estos ¿venerables? hermanos, que el verdadero iniciado NACE. No se hace en ninguna logia a cambio de “contribuciones”, sino con una conducta austera, acrisolada en la alquimia de la transmutación vital.

lunes, 13 de octubre de 2008

CARTAS DESDE EL PARAGUAY



CARTA DESDE EL PARAGUAY
¿Crisis? ¿Qué crisis?
Blanquea cifras y frases: Chester Swann

Mucha tinta se está derramando por la caída de una bolsa neoyorquina, tan ajena a nosotros como la tierra al pobre, o como el trabajo al desocupado. Muchos analistas económicos de frondosos currículos están siendo pagados por las empresas mediáticas, para emitir opiniones sesudas acerca de si nos tocará o no el tsunami del Dow Jones; o si pasará de largo de nuestras costas sin mar.
Pero para los puristas neoliberales, es la prueba más fehaciente (aunque lo nieguen) de que las “leyes del mercado” no son infalibles como el papa. De que el papel del estado no es tan ajeno a la economía como los proclamaban a cuatro voces los Chicago Boys; que cuando se infla una burbuja vacía, a puro aire, acaba por estallar y desinflarse, como ENRON o Halliburton.
Los exégetas del “liberalismo doctrinario” han entretejido muchos mitos a través de la corta pero turbulenta historia económica contemporánea. Muchos de ellos soslayando responsabilidades sociales e ignorando la ética humanista, en pro del lucro y la acumulación de riquezas individuales por medios diversos, no todos legales; aplicando doctrinas más afines al maquiavelismo que a las de Adam Smith.
Mas ha llegado la hora del sinceramiento (aún a pesar de doctrinas e ideologías aparentemente opuestas y polarizadas) y el mea culpa.
El desesperado SOS de Wall Street a la Federal Reserve; la propuesta de estatizar muchos bancos quebrados y otras “medidas de urgencia”, ponen al desnudo la fragilidad casi anémica del autocrático Emperador Mercado, amenazando con destronarlo de su equívoco pedestal. Nada es lo que aparenta, y la economía —lo diré siempre—, depende de los economistas en la misma proporción en que las tormentas y huracanes dependen del Servicio de Meteorología.
Quien esto escribe, confiesa ser ajeno a las ciencias numéricas de la economía y los postulados liberales, e incluso de los marxistas. La única premisa aplicada de la lógica socioeconómica es el sentido común; el menos común de los sentidos. Y el sentido común me dice que una economía de papel, sea éste el dólar. El euro, el yen, el yuan o el anémico aborigen nuestro, está destinada a la caída inflacionaria, si no tiene un respaldo sólido en oro, en plata o en una producción de bienes y servicios que equilibren su balanza de pagos.
Hecha esta salvedad, la historia me ha enseñado que los caracteres chinos con que escriben la palabra “crisis”, también tienen la acepción lateral de “oportunidad”. Lo que me permite sugerir que las crisis emanadas del llamado Gran país del Norte, son artificiales y provocadas para empobrecer a muchos y enriquecer a unos pocos. Tal fueron las anteriores, entre 1907 a la fecha. El jueves negro de octubre de 1929, marcó a fuego a las clase sociales populares de los Estados Unidos, repercutiendo en el mundo de la posguerra europea.
Pero de esa crisis surgió el astuto New Deal, empleando masas de manos ociosas de campesinos granjeros y desempleados urbanos en las nacientes industrias de los armamentos. Roosevelt, en su reelección (1936, creo) declaró arrogantemente —quizá previendo una nueva conflagración mundial— “Los Estados Unidos deben ser el arsenal de la democracia”. ¿No les resulta familiar esto, con la situación actual de la creación de un nuevo orden bushista?
Esta crisis actual debiera ser para nosotros una oportunidad de ruptura e independencia, a casi dos centurias de haber soltado amarras con España. Los liberales fueron grandes sacerdotes de la teología de la dependencia a países ricos y fuertes; pero esto que ocurre demuestra que no eran tan fuertes como aparentaban. Salvo la inútil fortaleza del grandullón musculoso y descerebrado, que desafía a los alfeñiques a puñetazos, y oculta una cobardía disimulada de fondo.
Nuestro país, escaso de demografía, pero con suficientes recursos propios, deberá repensar y redefinir su condición de nación vasalla y realizar su segunda declaración de independencia, quizá un mayo de 2011, y ponerse los pantalones largos de la emancipación de potencias exógenas. Esto no excluye la integración a un gran bloque regional del Sur, tantas veces vilipendiado y menoscabado por los anglosajones. Sólo necesitamos potenciar a la inteligencia del pila, educación mediante, para entrar al siglo XXI con la frente alta y, sobre todo, sin el estigma del mendicante subdesarrollo.
No sé si me explico, pero creo que esta crisis también nos abre una oportunidad. No la desaprovechemos peleando por cargos inútiles como oreja de sordo.






CARTA DESDE EL PARAGUAY
De itaiputizaciones, Yacyretraiciones
y otras variaciones orquestadas.

Publicita gratuitamente y sin cargo: Chester Swann.

La reciente exhumación de listas de medios y de periodistas activos, en función de agentes intermediarios de los avisos publicitarios de las binacionales: Itaipú y Yacyreta, desnudó el perverso y pícaro sistema de acallar voces críticas, favorecer a los amigos y parientes, además de regalar dinero público, para ocultar algunas falencias administrativas.
No iré a detallar dicha lista, ya conocida, que engloba a medios de envergadura y también a otros radiales de escasa cobertura del interior; sino de comentar este propósito de poner bozales a los posibles críticos. La cuestión era ganar votos, acallar cuestiones incómodas y silenciar a periodistas estrella por medio de prebendas. Más de lo mismo de siempre.
El escándalo salpicó también a la llamada Gran Prensa, ésa que presume de independiente, neutral y buscadora de verdades ocultas; ésa que se dice enemiga de la corrupción pública (no de la privada, claro está, que los chanchos del chiquero propio están fuera de sospechas); ésa que se proclama ética y ecuánime, siempre que no peligren intereses afines.
En fin, que la cosa no llamó mucho la atención del público en general, pues como se estaba acostumbrando a ver, leer y oír propaganda de las binacionales, no reparó en la gravedad del affaire del llamado Sistema Siete: una agencia creada por el pícaro ex presidente Nicanor (siete letras, por si no reparó en el anagrama) Duarte Frutos, para canalizar la plata dulce hacia bolsillos ávidos.
Es evidente que esa prensa de la que me he referido, ya despojada de dicha propaganda inútil pero costosa, ahora se dedica a lanzar misiles y brulotes contra un gobierno recientemente asumido. Un gobierno novato que apenas si tiene tiempo para deshacer, de a poco las gravísimas desprolijidades heredadas de más de sesenta años de despelote organizado, por los colorados en el monopólico poder.
No es de extrañar que últimamente arrecien los ataques contra esa maldita izquierda que mete narices donde no debe y que se dedica a descubrir fatos gordos y maletines clandestinos, que otrora favorecían a “los amigos”. Pero así es la bipartidista política criolla.
Este chispeante bloggero no pudo eludir el hacerse cargo y eco de este hecho, que no por conocido y tolerado deja de ser nefasto para el país. Los miles de millones repartidos con alegre irresponsabilidad por el ahora diputado Víctor Bernal y Nicanor Duarte, darían para solucionar muchos problemas y carencias de los desfavorecidos. Muchos kilómetros de rutas podrían haberse construido con estos desperdiciados fondos, sin solicitar préstamos chinos ni del FMI.
Claro que, en Colombia, país con el que tenemos cierta afinidad emocional, cuando no pueden corromper a un medio, lo atacan con explosivos. Si un periodista insiste en ejercer la libertad de conciencia, le agujerean el apellido con plomo. Negocios son negocios.
Pero acá, en Paraguay, los políticos prefieren optar por la plata dulce que, al decir de don Francisco de Quevedo “poderoso, caballero es don Dinero”. Por suerte no estamos en Colombia… por el momento. Pero eso no significa que los honestos estén a salvo de las tentaciones y, si éstas no los tientan, tampoco estarán a salvo de las balas. Recuerden que Santiago Leguizamón fue el primer mártir de un prematuro Plan Colombia a la brasiguaya.

jueves, 25 de septiembre de 2008

ASUNTOS INTERNACIONALES


http://www.tetraskelion.org/trova/index.html
Para acceder a las músicas compuestas e interpretadas por Chester Swann
con el Proyecto VOX POPULI, integrado por Noelia Núñez (voz), Lea Rodas (voz).
Horacio Cordeiro (Estudios Adagio), Quique Calabrese (Guitarra, pista 11), Rolo
Chaparro (guitarra, pista 10), Chester Swann (guitarras eléctricas de 6 y 12 cuerdas, teclados sintetizadores y samplers, bajo electroacústiuco, arreglos,
voz, coros, composiciones y montaje final)

CARTA CIUDADANA XLI
Las falacias y mentiras del liberalismo
más frecuentemente alegadas por sus defensores y exégetas desinformados.



"El liberalismo, es la más libre elección y permite mejores precios para el consumidor”.

FALSO: Según el mismo dogma liberal, el liberalismo sólo funciona si existe una competencia suficiente por el lado de la oferta. Sin embargo, en los hechos, el capitalismo liberal tiende hacia la concentración y la formación de monopolios u oligopolios que eliminan toda competencia, reduciendo la elección del consumidor, haciendo subir los precios (y bajando la calidad ).

En el área de los servicios públicos —como por ejemplo la distribución del agua, la energía, recolección de resíduos, teléfonos, el correo, o los ferrocarriles—, su privatización siempre se ha traducido por un aumento de los costos para el pasajero, una reducción del servicio, y una reducción de las inversiones en el mantenimiento de las infraestructuras. Véanse en el plano local, los recolectores de basura, los transportes públicos y otros, deficientes en todo sentido, aunque buenos negocios para sus administradores, o el caso CLIFSA de Villarrica (electricidad).

En cuanto a los sistemas de jubilación privados (fondos de pensiones), consisten en privar a los asalariados de toda seguridad, entregándoles a la incertidumbre de la gestión de dichos fondos a organismos financieros, generalmente “invertidos” en la bolsa. En caso de quiebra de estos últimos, los asalariados se hallan sin jubilación a pesar de años de cotización y aportes. Lo que ya ha sucedido en Estados Unidos en 2002 con la quiebra de Enron y ahora con cinco grandes bancos de ahorro y préstamos, como Merryl Linch, Goldman Sachs, Fanny Mac, Freddie Mac y otros, cuya salvación espuria costará al contribuyente norteamericano más de 700.000.000.000 de dólares.

"El liberalismo, es el juego del libre mercado".

FALSO: Siempre según el dogma liberal, el libre-mercado requiere la transparencia del mismo mercado y de la información.
En realidad, a causa de practicas opacas y de la inequidad en el acceso a la información, el consumidor no puede escoger con conocimiento de causa. La asimetría en la información hace que el ciudadano quede inerme e indefenso frente a las corporaciones monopólicas o grupos. Además, los contratos de prestaciones de servicio —caso teléfonos celulares, TV cable y otros—, dan todas las ventajas al “prestador”.
También se suscitaron dudas sobre la legalidad del rescate económico propuesto por el gobierno de Bush. Ross Sorkin, del New York Times escribió que el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (ex gerente de Goldman Sachs), está pidiendo el equivalente financiero de la Ley Patriota. Sorkin dijo que el proyecto de ley propuesto le otorgaría al Secretario del Tesoro “posiblemente las facultades más increíbles que se hayan conferido a una persona en la vida económica y financiera del país”. El artículo 8 del plan de Paulson establece: “Las decisiones del Secretario de acuerdo con la autoridad de esta Ley no están sujetas a revisión y se someten a la discreción de la agencia, y no podrán ser revisadas por ningún tribunal ni ninguna agencia administrativa”. Está programado que Paulson, ex director de Goldman Sachs y autor de la débacle, declare ante comités del Senado y de la Cámara de Representantes. La mentira está servida y ¡buen provecho!

"El crecimento crea empleos".

FALSO: El crecimiento crea empleos en un primer momento, pero sirve sobre todo para financiar las "re-estructuraciones" y las relocalizaciones. A final de cuentas, destruye mas los puestos de trabajo de lo que crea. Ahora mismo, las cadenas de supermercados despiden a quienes alcanzan estabilidad laboral, luego de nueve años, tras hacerlos trabajar entre doce a catorce horas diarias por salarios muy inferiores al mínimo.


"Solo el mercado es apto para determinar el precio justo de las materias primas, divisas o de las empresas".


FALSO: Los mercados son esencialmente guiados por la especulación y la busca del mayor lucro a corto plazo. Las fluctuaciones y variaciones del mercado son a veces irracionales, excesivas, y sometidas a la manipulación de ocultos cerebros de lobbistas. Estas oscilaciones excesivas en el mercado (bolsas) son destructoras, provocan ruina y quiebras en la economía real, jgando a ruletas bursátiles, mientras privatizan ganancias y socializan las pérdidas. Pero al mismo tiempo, estas variaciones son generadoras de ganancias para los especuladores. ¡Nuevamente el principio de los vasos comunicantes de la especulación…!

"La empresa crea riqueza. Es la fuente de la prosperidad de los países y de sus habitantes".

FALSO: Por lo general, las empresas (y menos aún las corporaciones) no crean riqueza, porque el valor creado es inferior al costo real de los recursos utilizados o destruidos, si tomamos en cuenta el costo medioambiental y humano, así como el costo real de las materias primas renovables.
El "lucro" de las grandes empresas es logrado en realidad en detrimento de la naturaleza, pillada, puesta en saco por la explotación, la urbanización y la contaminación, o "vampirizada" sobre otros factores económicos:

a) sobre los asalariados, a quienes se los habrá despedido para ahorrar costos o "aumentar la productividad" de sus reemplazantes, quienes deberán trabajar más por el mismo salario, o a quienes se habrá reducido la remuneración o la protección social.

b) sobre los consumidores que deben pagar mas por una calidad o cantidad menor.

c) sobre los proveedores (en particular sobre los productores de materias primas de minerales o agrícolas), quienes ven reducidos los precios de su esfuerzo por los “compradores”.

d) sobre otras empresas a los cuales se habrá provocado su quiebra mediante practicas desleales de competencia (dumping), o que son compradas para ser posteriormente desmanteladas, vendidas por partes, y cuyos asalariados serán transformados en desempleados.

e) sobre las poblaciones del Tercer Mundo que serán expoliadas de sus tierras y de sus recursos, y que han sido reducidas a la esclavitud, obligadas a trabajar en las minas o en "talleres del sudor" de empresas transnacionales, o peor aun, obligadas a servir de conejillos de india para la industria farmacéutica, o de vender sus órganos (por lo general riñones o un ojo) que serán operados a enfermos afortunados. (el precio pago para un riñón llega a 20.000 $US en Turquía, a solo 800 $US en la India).

"La Globalización beneficia a todos".

FALSO: Entre 1992 y 2002, el ingreso por habitante ha decaído en 81 países. En el Tercer Mundo, el numero de personas "extremadamente pobres" ha aumentado en mas de 100 millones. Ni siquiera beneficia a los trabajadores en los países centrales, ya que las transnacionales exportan sus fábricas donde la mano de obra tiene costes mucho menores y las leyes laborales son más flexibles.

La diferencia entre salarios ha aumentado de forma impresionante. Tomemos el ejemplo de una obrera china o indonesia de una empresa sub-contratista asiática de Disney que fabrica ropa con el logotipo de Mickey para consumidores occidentales. Esta obrera trabaja en un "taller de sudor", 14 horas por día, 7 días sobre 7, sin ninguna protección social, sin derecho a huelga, el todo por un salario horario de 0,28 dólar. Al mismo tiempo, el salario horario de un gerente norteamericano de Disney (PDG) es de 2800 dólares, es decir 10.000 veces más. La parte del león, hablando mal y pronto.

Las 225 personas más ricas del mundo acumulan un patrimonio global de 1000 billones de dólares, equivalente al ingreso anual de los 3 mil millones de personas más pobres del planeta, es decir 47% de la población mundial. La fortuna adicionada de las 84 personas más ricas sobrepasa el producto interior bruto de China con sus 1.660 millones de habitantes.

En 2002, 20% de la población mundial acapara 80% de las riquezas, posee mas de 80% de los coches en circulación y consume 60% de la energía, mientras que mil millones de los habitantes más pobres comparten el 1% del ingreso mundial.



TEMAS RELACIONADOS con la irrupción del Nuevo Orden Mundial de los años noventa.


El A.M.I. enemigo de la democracia


La Convención del AMI es un acuerdo económico mundial negociado en el más grande secreto desde 1995 bajo el patrocinio de la OCDE, y donde las consecuencias constituyen una amenaza sin precedente para la democracia.
Los tratados del mismo tipo, NAFTA y FTAA, han sido ya aceptados por los países del continente americano, excepto Argentina, Brasil, Venezuela, Paraguay, Ecuador, Nicaragua y Honduras.


El AGCS, hacia la privatización total de los servicios públicos

El AGCS es un nuevo acuerdo mundial negociado en el marco de la OMC, en el secreto y la opacidad. Su objetivo: desmantelar totalmente y definitivamente el conjunto de los servicios públicos, incluido la salud y educación.


El fin programado de la democracia



Vivimos desde hace 10 años un cambio radical del tipo de régimen político en los países occidentales, con el advenimiento de un nuevo poder, el de las redes económicas y financieras. He aquí razones por las cuales podemos afirmar que ya no nos encontramos casi del todo en democracia.


Ver:

http://www.syti.net/ES/Organisations.html

http://www.syti.net/ES/index.html


http://www.syti.net/ES/JTContents.html

http://www.syti.net/ES/LearyEvolution.html

http://www.syti.net/ES/Liberalisme.html

http://www.syti.net/ES/BushEnvironnement1.html

http://www.syti.net/ES/Manipulations.html

http://www.syti.net/ES/MeilleurDesMondes.html

http://www.syti.net/ES/NouveauMoyenAge.html

http://www.syti.net/ES/Recherche.html

http://www.syti.net/ES/Revolution.html

http://www.syti.net/ES/SilentWeapons.html

http://www.syti.net/ES/SiteMap.html

http://www.syti.net/ES/StanGrov.html

http://www.syti.net/ES/TAO/Tao.html

http://www.syti.net/ES/TAO/Tao.html

http://www.syti.net/ES/Targets.html

http://www.syti.net/ES/Topics.html

http://www.syti.net/ES/Topics2.html

http://www.syti.net/ES/TortureUSA.html

http://www.syti.net/ES/TripleGreve.html

http://www.syti.net/ES/TwoWorlds.html

http://www.syti.net/ES/Universe.html

http://www.syti.net/ES/UniverseDimensions.html

http://www.syti.net/ES/VisualSpace.html













martes, 23 de septiembre de 2008

IMAGES III


Estas imágenes fueron creadas en plataforma Macintosh G-3 y
reunidas en una colección disponible del autor. Para interesados
en algunas de estas obras, se recomienda solicitarlas en el correo
cheswann@gmail.com y les serán enviadas en tamaño A-3 y alta
resolución, en un CD rom imprimible en láser-color. Muchas otras
se encuentran en http://www.tetraskelion.org/, en la carpeta Ikonos.
http://www.tetraskelion.org/trova/index.html
Para acceder a las músicas compuestas e interpretadas por Chester Swann
con el Proyecto VOX POPULI, integrado por Noelia Núñez (voz), Lea Rodas (voz).
Horacio Cordeiro (Estudios Adagio), Quique Calabrese (Guitarra, pista 11), Rolo
Chaparro (guitarra, pista 10), Chester Swann (guitarras eléctricas de 6 y 12 cuerdas, teclados sintetizadores y samplers, bajo electroacústiuco, arreglos,
voz, coros, composiciones y montaje final)























































































































miércoles, 10 de septiembre de 2008

CARTAS CIUDADANAS 2




Zarathustra estaba equivocado


Luque, 12 de setiembre de 2008

Ante todo, hagamos las presentaciones correspondientes, que no todos tuvieron el gusto de conocer a Friedrich Nietzsche, y mucho menos al profeta persa (2100/2020 AC aproximadamente), autor del Zend Avesta y creador de la religión dualista, basada en la eterna lucha entre el bien (Ahura Mazsda) y el mal (Ahrimón), donde, finalmente y tras fatigosa lucha, triunfaría el bien.
Nietzsche había escrito uno de sus libros más irónicos e iconoclastas, titulado “Así habló Zarathustra”, donde se burla de las teologías en boga y sostiene que “Dios ha muerto”; y perdonen que hable en presente, pero así nos entenderemos mejor.
Realmente las concepciones dualistas, es decir dioses y demonios como contraparte, no es originaria de los monoteístas judíos, ni el cristianismo y, mucho menos, del Islam. Es una concepción pagana mucho más antigua, de la impotencia del ser humano ante los designios bienhechores de ciertos dioses, benévolos, creadores y dadores de bienes; frente a las desdichas producidas o inducidas por seres malignos que trataban de fastidiarnos por no coincidir con el o los dioses buenos.
Los primeros “demonios” son de origen chino e hindú; los que posteriormente fueron exportados a Sumeria, Egipto (Seth o Satha), Babilonia y otras regiones de Medio Oriente. Es evidente que, dada la capacidad humana para hallar culpables de sus fracasos, de no existir Baal Z’ebuth (o Belcebú), habría que inventarlo. Entonces nacen en la imaginación sacerdotal los ángeles y demonios, hasta hoy tenidos por seres reales por el vulgo.
El cristianismo perpetuó esas tradiciones de culpar a los diablos de nuestras desdichas y atribuir a Dios nuestro bienestar, sin tener en cuenta las falencias humanas y sus tendencias suicidas. Por supuesto que el “arriba” y el “abajo” llegaron a simbolizar las residencias de Dios y de los arcángeles rebeldes devenidos en demonios malignos. El ser humano, seguía siendo inocente de todo, como podéis ver. El hombre, ex simio y expulsado del paraíso terrenal por violar las cláusulas del contrato de residencia quizá, quedó librado a los caprichos de Dios y de los otros, tentadores y astutos como serpientes, de acuerdo a la atroz iconografía demonológica medieval.
La lucha entre ambas entidades proseguía sin definición, aunque en las guerras humanas siempre el ganador tenía las bendiciones del de allá arriba. Los derrotados cargaban sobre sí y sus motivos, el estigma de la demonización. Ahora, los césares boreales se sienten ungidos de Dios para arrasar Afganistán e Irak y para intervenir unilateralmente en cualquier país que tenga petróleo y la “sospecha” de albergar terroristas o armas de destrucción masiva (Eso es pura casualidad, créanme). Total, Dios tiene suficientes medios de distracción masiva como para engrupir a las masas crédulas sobre las buenas intenciones de los petroleros y sus urgencias por democratizar al mundo.
La eterna lucha entre “buenos”, eficazmente identificados con uniformes color arena o manchones al tono, y los “malos”, generalmente sin uniforme alguno y apenas azuzados por la desesperación, sigue, sin solución de acabar. Es decir, hay que admitir que la lucha entre el bien y el mal, seguramente acabará en empate técnico o se definirá por tiro penal. Mas es seguro que Zarathustra estaba equivocado. El bien y el mal, conviven juntos y son probablemente socios, o apostadores en algún trágico juego de ajedrez. Sólo que, usando misiles inteligentes a guisa de trebejos. ¿Usted cree en los demonios? ¿Sí?
Yo tampoco.


Lampedusa y “El Gatopardo”



Luque, 18 de setiembre de 2008.

Recuerdo haber leído la inmortal novela de Lampedusa; “El gatopardo”, allá por los años setenta; pero quizá por cierta falta de madurez conceptual o carencia de información, no le di mucha más importancia que a otra obra literaria más o menos genial. Siempre me había parecido que la historia humana era lineal. Cronológicamente lineal y nada más que la narración de hechos concatenados sin propósitos intencionales.
También había leído a Curzio Malaparte y a Milován Djilas por entonces, así como a Viktor Kravchenko y otros ensayistas y narradores, ya que mi interés se centraba en la condición humana y su aparente evolución hacia metas elevadas, aunque contradictorias. Pero entonces la guerra de Vietnam, Laos y Camboya iban tomando un rumbo ajeno a los cánones de las películas bélicas de Hollywood. O sea, los buenos estaban siendo derrotados o mantenidos a raya por los otros. Los del Vietcong, malos como dolor de muelas, al menos para Hollywood y el Pentágono.
Quizá entonces el conde de Lampedusa me diera una pista que me abrió otras maneras de orientar mi mente hacia los hechos. “Algo tiene que cambiar… para que todo siga igual”. Ahora, en esta turbulenta época de guerras preventivas, terrorismo a la carta, democracias incomprendidas, minorías incómodas y milenarismos fundamentalistas religiosos, gustaría de releer “El gatopardo” a fin de buscar otra pista inédita e inusual acerca de los hechos de la historia. Lastimosamente perdí el que tenía y deberé buscar otro ejemplar por ahì.
Evidentemente los hechos y personajes contemporáneos no responden a las “verdades” emitidas por los medios masivos de idiotización pública. Algo hace que los menos cretinos —entre los que creo militar, conscientemente o no— desconfiemos de los informes “oficiales” u oficiosos emanados desde los anillos de poder mundial o local. Tras la llamada Guerra Fría, donde bien o mal contemporizaron Occidente y la “cortina de hierro”, parecía que el mundo se iba a encaminar a una tolerancia o comprensión unilateral.
Mas los hechos posteriores a la licuefacción del “socialismo real” me dieron la pauta de que “algo había cambiado para que todo siguiera igual o peor que antes”. No sé qué opinarán los analistas (o anal listos, que también los hay, aunque no crea en ellos) acerca de la situación mundial, donde presuntos socialistas se vuelcan a la derecha de dios padre/madre y algunos liberales dan un paso a la izquierda, o quienes creíamos conservadores esgrimen discursos "“progres” para variar y muy poco mantienen sus posiciones coherentemente. Hasta Nicolás Sarkozy, acunado en las fraguas del partido gaullista, resultó ser un engendro programado por la CIA y el partido laborista británico se convirtió en lacayo del emperador Mercadolibre.
Hace poco, el 8 de este mes, Sarah Palin apeló al disparate para captar votos de idiotas (que se creen la mayoría “moral”) en los Estados Unidos, diciendo literalmente: “Puedo hacer mi parte trabajando muy duro para instalar cañerías de gas natural, un proyecto de 30.000 millones de dólares que va a crear muchos puestos de trabajo para la población de Alaska, y vamos a tener mucha energía, y también recen por eso. Creo que debe cumplirse con la voluntad de Dios de unir a las personas y a las empresas para construir esas cañerías de gas natural, así que recen por eso”. Es decir, que Dios trabaja para el César y no al revés. Si hay buenos negocios, Alaska y sus parques nacionales pueden ser destruidos sin hesitar, mientras la Palin pueda destriparse uno para la cena.
Aquí adentro de mi pequeño país, luego de la férrea negativa del Vaticano y sus nuncios apostólicos del diablo denegando a Lugo el permiso para colgr hábitos, se revió tal posición sin demora, tras la victoria del 20 de abril. Cosas lederes, hermanos. Hasta el papa arría sus banderas intolerantes si la conveniencia lo convence.
Creo que insistiré en releer a Lampedusa, antes de que hayan otros “cambios” en el planeta, que quizá entienda mejor a qué vienen tanta demencia e imbecilidad colectivas, rigurosamente mantenidas a lo largo de los tiempos, pese a los cambios.
Y los más imbéciles, son quienes se creen iluminados por Dios para seguir matando sin arrepentimiento alguno a los más indefensos, desde aviones Predator sin pilotos con mando a distancia en Washington, D.C. diciendo que “ojos que no ven, corazón que no siente”. Quizá Maquiavelo aún no ha muerto, porque sus apotegmas siguen vigentes aunque hayan cambiado los príncipes.



¡A renegociar, lo’ mitã!



Luque, 19 de setiembre de 2008.

El no tan sorpresivo viaje de Lugo a Brasilia (en realidad, lo único sorpresivo fue que lo haya hecho en un avión de la Força Aérea Brasileira, a falta de otro local) a fin de “renegociar: lo innegociable, trajo diversos comentarios en nuestro medio y, de seguro en el Brasil, aunque no se note.
Lino Oviedo dijo que “fue a perder tiempo”. O al menos eso fue todo lo que se le ocurrió decir, que su intelecto para más no da. Otros, deploraron la extranjería del medio de transporte aéreo, como una falta de dignidad o algo parecido. Los más, esperaban resultados acordes a las necesidades “nacionales”. Es decir, más fondos para echar mano a ellos, si se frunce algún descuido o relajo en los controles. En fin, se me ocurre que, quien más, quien menos esperaba algo, aunque no demasiado. Los brasucas son huesos duros de roer en materia de energía, y todos o casi todos lo saben. La parte del León para el León y la parte de la sardina para la sardina. Tal el apotegma diplomático de Itamaraty.
El carisma católico de Lugo no tendrá mucho impacto en los duchos masones del Rito de York que pueblan los pasillos de Itamaraty; o en los del Rito Escocés que abarrotan Alvorada y la Plaza de los Tres Poderes. Todos quieren aguas para sus molinos y los de acá son nenes de pecho frente a esos personajes. El tratado les costó mucho a los rapazinhos, en cometas, sobornos, canonjías y otros repartos que se hicieron entre 1973 a 1977, a los cancilleres, al Stroessner, al Comendatore Debernardi y otros traidores locales de nuestra Cancillería. No van a soltar prenda así nomás, ni aflojar tornillos o liberar megawatts. Ténganlo por seguro.
Los paraguayos aún no lo saben, pero existen razone$ poderosa$ para hacerles cambiar de idea, poco a poco. Una de ellas, es vetar el segundo puente, denegando su construcción, para evitar contrabando verdeamarelo hacia nuestros supermercados. Luego, la creación de una franja de seguridad de doscientos kilómetros en toda la frontera con el Brasil, devolviendo a los sojeros a por donde vinieron. Otra razón poderosa, es prohibir todo comercio —por razones sanitarias, o cualquier otra— hacia y desde el Brasil, volcando nuestras compras al suroeste, con Argentina y Bolivia; dejando al aire a los que nos niegan la renegociación e impidiendo el flujo de divisas hacia el Brasil. Es sólo cuestión de devolver gentilezas, exigir soberanía y nada más.
Si después de eso no reculan en sus pretensiones, me hago monje cisterciense con voto de silencio, castidad y todo. Porque nuestro comercio exterior con el Brasil, $ignifica mucho para ellos, que aparte de comer nuestros bosques se quedan con la tierra fértil del oriente paraguayo y las ganancias millonarias de la triangulación sojera, amén de carbón y cuanto puedan rapiñar en nuestro territorio sin mucho esfuerzo.
Pero para ello, se requieren grandes dotes diplomáticas y persuasivas, que lamentablemente nos son tan ajenas como tierras de pobre. El saco todavía nos queda grande, hablando mal y pronto. Además, la cosa no es con Lula, sino con Amorim. Y detrás de Amorim, todo un lobby de los industriales consumidores de energía eléctrica; y si ellos dicen no, será NO.
De seguro para el 2023 ya nos tienen preparados otros anexos, para extender la vigencia hasta el 2060 y para que podamos seguir plagueando unas décadas más, quizá con el nimio expediente de prorrogar nuestra deuda (e intereses leoninos) con Eletrobrás.
Eso sí; si hemos aprendido la lección de nuestras dos hidroeléctricas ¿binacionales?, que Corpus no nos sorprenda con la guardia baja y el bolsillo complaciente. Creo que ya debemos estar curados de espanto sobre la “solidaridad” de nuestro vecinos y “hermanos”. Parafraseando al dictador mexicano Porfirio Díaz, podríamos decir: “¡Pobrecito Paraguay! ¡Tan lejos de Dios y tan cerca del Brasil y de la Argentina!”


De tratados, pactos infernales y otros demonios.

Luque, 21 de setiembre de 2008.

La comidilla mediática del momento, es la renegociación del mentado Tratado de Itaipú; algo que nunca debió ser negociado siquiera, desde el espurio origen. No al menos en su formato actual, de venta del alma de una nación al demonio de la ambición ajena. Ninguno de los gobiernos de entonces tenía origen legítimo, pese a que los nostálgicos exégetas del tirano paraguayo intenten demostrar lo contrario. El gobierno del general Emilio Garrastazú Médici, salió del útero de la camarilla militar que derribó al gobierno democrático de João Jango Goulart en 1964. En cuanto al nuestro, de sobra sabemos cómo surgió y cómo se mantuvo, mordaza y espadón en mano, hasta 1989.
Las dictaduras del Cono Sur, surgidas desde las paranoicas mentes del Pentágono, el Council of Foreign Relations (CFR) y el State Department, no ostentaban entonces legitimidad alguna; tampoco representaban a sus pueblos ni a sus naciones. Tanto el pueblo del Brasil como el nuestro, fueron convidados de piedra. Simplemente sus caudillos eran trebejos dóciles del perverso ajedrez de la Guerra Fría, jugados con mando a distancia desde Washington, D.C. para mantener al “enemigo de la libertad” aplastado bajo botas militares. ¿Cómo nuestros pueblos, sometidos a ocupación militar en sus naciones, podrían ser responsables de tamañas aberraciones jurídicas? En todo caso, que demanden a Stroessner y camarilla sobre el particular.
Stroessner, por si la amnesia de sus panegiristas se luce nuevamente, ha sido ungido por Dwigth Eisenhower como “primer paladín del anticomunismo” y niño mimado de la Escuela de las Américas, siniestra academia de la tortura y la represión. Ahora, tras el cambio de rumbo de los timoneles de Washington, es hora de alzar la voz y reivindicar nuestros conculcados derechos de entonces, incluyendo los inicuos tratados y pactos al estilo Cóndor. Vendieron nuestra alma a un demonio extranjero sin consultarnos.
El Brasil —es decir Itamaraty— no puede, no tiene derecho, a eludir la revisión de los tratados y pactos surgidos de gobiernos ilegítimos de entonces. Insistir en esa tesitura equivale a legitimar la vergüenza y el sometimiento a las potencias exógenas que motivaron tales dictaduras. Es legalizar los asesinatos cometidos por los generales y su AI-5[1] tan criticado por los intelectuales revisionistas del Brasil. Es igual a avalar la humillación de su propio pueblo durante esos años de silencio forzoso. Equivaldría a consentir futuras tiranías, por razones de Estado, desdeñando toda autocrítica ante el inicuo despojo a una nación vecina. Omitiré decir “nación hermana”, que prefiero no mentir y llamar a las cosas por su nombre. Nunca podríamos ser hermanos de nuestros victimarios, desde 1864 hasta los días de hoy, aunque la retórica política y diplomática lo exijan.
Si bien existen ciudadanos del Brasil con suficiente voluntad política de renegociar dicho tratado (y hasta podrían ser una mayoría numérica), el perverso aparato llamado Itamaraty niega toda revisión, en nombre de no sé que legitimidad contractual (Pacta sunt servanda). Algo así como que ya vendimos el alma a los infiernos y estamos condenados a las llamas eternas, de acuerdo a la leyenda negra de Fausto. Ese aparato estratégico que produjo semejante aberración, es el que prevalece incluso sobre el propio Presidente de la república, el Congreso y la Suprema Corte del Brasil. Un poder muy por encima de los poderes constitucionales.
Pero no es menos cierto que ese superpoder está decidido a no entregarnos nuestra parte, ni siquiera en el aún lejano año 2023; que ya están ahora mismo diseñando la manera de seguir, ellos, dominando a la la binacional por siempre. Juracy Magalhaes estará retorciéndose de risa en su tumba por nuestra imbecilidad de otrora.
Pero él y muchos abyectos traidores paraguayos, como Sapena Pastor, Alberto Nogués, Debernardi, Stroessner y otros, ya están rindiendo cuentas a Belcebú o a quien sea. Nosotros, todavía estamos alentando e insistiremos en la justicia. La estricta y elusiva justicia que se nos niega, solo por nuestra manifiesta debilidad.


¡Wall Street descubre que ama al socialismo!

Luque, 23 de setiembre de 2008

Tras las escandalosas quiebras de empresas especuladoras, que hacían “inversiones” jugando a las ruletas bursátiles el dinero de pequeños ahorristas, fondos jubilatorios y de sus propios accionistas aportantes, solicitan impúdicamente apoyo a la Federal Reserve para rescatar a éstas; tan sólo por ser tan grandes que podrían hacer colapsar al país. Seguramente quienes pedían a gritos la reducción de impuestos a los ricos y grandes contribuyentes, al mismo tiempo que Tío Sam cargaba el grueso de los tributos sobre los pobres, son liberales en el peor sentido ideológico; suponiendo que la cleptocracia pudiera tener ideología alguna que no fuera el lucro fácil.

Eran antisocialistas porque proclamaban la libre empresa, el libre comercio y la libre iniciativa para hacer buenos negocios. Pero ahora, tras las escaladas bancarrotas de estas empresas de “inversión”, parece que los liberales están pensándolo mejor y redefiniendo sus postulados de otrora.
La ilustrada columnista Amy Goodman, expresa lo siguiente:
“La crisis financiera en la que se encuentra sumida Estados Unidos produjo que algunos de los bancos y compañías aseguradoras más importantes suplicaran al gobierno que realice un enorme desembolso de dinero para sacarlos de la crisis. Las industrias banquera, financiera, de inversiones y aseguradora, durante mucho tiempo acérrimos enemigos de los impuestos, ahora necesitan dinero de los contribuyentes de la clase trabajadora para mantenerse a flote. Los contribuyentes deberían estar al mando, entonces. En lugar de ello, los ricos, los reguladores y aquellos a los que los reguladores no han sido capaces de regular toman decisiones a puertas cerradas, decisiones que pesarán sobre la población durante décadas”.
Prosigue en su columna la prestigiosa analista de Democracy Now!: “ El martes, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acordaron una costosa operación de rescate financiero de 85.000 millones de dólares para salvar a la gigante de los seguros AIG (sobre un total de 700.000.000.000 de dólares). Este acontecimiento ocurre justo después de la repentina bancarrota de Lehman Brothers, el banco de inversión de 158 años de antigüedad; la angustiosa venta de Merrill Lynch a Bank of America; el rescate financiero de Fannie Mae y Freddie Mac; la quiebra del banco minorista IndyMac; y la compra de Bear Stearns por parte de JPMorgan Chase, que cuenta con garantía del gobierno federal. Con 103.000 empleados y más de 1 billón de dólares de activo, AIG fue considerada “demasiado grande para dejarla quebrar”. Según los reguladores, una quiebra sin control podría provocar una inestabilidad financiera global. Los contribuyentes estadounidenses ahora son dueños de casi el 80% de AIG, así que, en teoría, la venta controlada de AIG permitirá a esos contribuyentes recuperar su dinero”.
Pero esto no será tan sencillo. Los contribuyentes de los Estados Unidos, como los de todo el planeta, están desprotegidos ante los tiburones corporativos y los gobiernos liberales. Además, la Federal Reserve es apenas una empresa privada, tan ajena al gobierno como Coca Cola o Mac Donald’s y pertenece a dieciséis banqueros privados internacionales. El dinero que emitirán para salvar a los especuladores será una emisión inorgánica, sin respaldo en metálico y de efecto inflacionario que repercutirá en el mundo entero doquiera existan economías dolarizadas. Dicho sea de paso, ésta es una de las razones de la constante declinación de dicha moneda, pese a las operaciones de “regulación” de nuestro Banco Central y las especulaciones cambiarias.
Es decir, los financieros norteamericanos quieren que se privaticen los beneficios y se socialicen las pérdidas, en buen romance. Ahora parece que los capitalistas comienzan a descubrir las bondades del socialismo, al recurrir a dinero de los contribuyentes de a pie para rescate de los magos magnates de las finanzas. Es así, a veces, que los hechos reales desnudan las falacias de quienes intentan (y a veces lo logran), vendernos recetas de shock para “conducirnos” al desarrollo, sin lograrlo, por supuesto. Los países centrales buscan arruinar nuestras iniciativas para obligarnos a vender barata nuestra materia prima. Así de fácil.
Lo de las burbujas económicas al estilo liberal, son ahora un caso escandaloso que pronto será cerrado y posteriormente olvidado por millones de imbéciles que contribuyen con sus aportes y ahorros a que crezcan desaforadamente estos gigantes con pies de barro, llamados eufemísticamente “corporaciones privadas”. Lo que omiten decir los medios de distracción masiva, es que son realmente depravadas y no otra cosa. Pero ahora, ante el muro de lamentos del Capitolio, parece que los capitalistas descubren que el socialismo no eran tan malo como parecía.


¡Detengamos el segundo puente!



Luque, 25 de setiembre de 2008.

Tenemos a las puertas de nuestra Troya oriental un nuevo presente griego para facilitar aún más la penetración (sin vaselina, pre supuesto) de los bandeirantes de nuevo cuño. Dicen que Brasil financiará otro puente situado a la altura de Presidente Franco, sólo que rechazando la modalidad ferroviaria; por razones de costos y otros secretos diplomáticos que se los prefieren guardar en el coleto. Es que el Brasil nos quiere vender todo lo que pueda producir al precio que ellos fijen; mientras pagan lo que les canta la bunda por nuestra energía eléctrica, cautiva del inicuo tratado desde 1973.
Una larga historia de expolios, que se remonta a la puesta en saco de riquezas, muebles y documentos tras la guerra genocida de 1865 al 70 —y que aún se niegan siquiera a que se los investigue—, nos ha dado la pauta de sus reales intenciones. La descarada y lenta penetración de sus empresarios latifundistas y madereros en nuestro ya depauperado territorio ha sido la constante, desde nuestra “apertura al este” allá por los años sesenta. Ahora piensan atacar al Paraguay desde otra cabecera de puente, diseñada para entrar más que para salir. Es decir, seguirán boicoteando a nuestros productos de exportación como siempre, Receita Federal y Ley del Embudo mediante.
No debemos aflojar ahora, justo cuando está en el platillo de la balanza de Themis nuestra reivindicación de Itaipú. Brasil no tiene derecho a seguir penetrando en un país pequeño al cual tanto debe históricamente. Ni siquiera su presunta superioridad le otorga este derecho de vulnerar nuestra soberanía a través del Paraná, convirtiéndonos en una sub provincia más, que sus intenciones son bien claras al respecto y ni se toman la molestia de disimularlo.
Tampoco se debe dar mucho crédito a sus ofertas de financiar líneas de transmisión o la subestática de la margen derecha, cuyos costes superan los setecientos millones de dólares, que deberán pagar nuestros nietos y bisnietos. De seguro no los pagará el Brasil, y es de esperar que el coste del segundo puente se nos facture de nuevo y nuestras deudas e intereses con el vecino permitan que los efectos del tratado de Itaipú vayan mucho más allá del 2023, que la usura ni la picardía no han desaparecido de sus agendas.
Debemos oponernos con la fuerza de la diplomacia y el derecho internacional a las pretensiones hegemónicas poco o nada disimuladas por nuestros vecinos. Puede que haya algún traidor o cipayo nativo que aplauda esas dudosas muestras de “amistad” y “cooperación”, pero creo que después de las anteriores experiencias con ellos, no debemos chuparnos el dedo y asentir sin contrastar otras posibilidades. Es probable que la amabilidad del “hermano del Este” llegue a obsequiarnos un peine cuando estemos calvos y peladinhos.
La conclusión es que debemos detener los planes del Brasil en relación a la construcción de más puentes de penetración sobre el Paraná. Por lo menos hasta que se avengan buenamente a reconocer nuestros derechos sobre la energía de Itaipú, además de permitir nuestras exportaciones, sin trabas. Si les permitimos hacer cuanto quieran con nuestras fronteras, será mejor que renunciemos a la soberanía y nos hagamos súbditos del sub imperio verdeamarillo para siempre, pateando al tacho nuestra historia de resistencia. Eso sí, antes debemos aprender el portugués y olvidarnos del guaraní.



De Tratados y otras conspiraciones.


Luque, 5 de octubre de 2008.


Mucha tinta se derrama nuevamente por los tratados y cartas de intención, firmadas con Venezuela, cuyos detalles no mencionaré por ser harto publicitados por la prensa sensacionalista que “alerta” contra la “injerencia” venezolana en nuestros asuntos internos; como si fuera que ya no tuvimos suficiente injerencia durante la Guerra Fría y los espadones de turno, de Estigarribia a Stroessner, e incluso durante la breve era Rodríguez. También sufrimos injerencia del Brasil de los militares golpistas, de la Argentina menemista y ahora a causa de la “guerra antiterrorista”, que muy pocos recuerdan.
Es obvio, de toda obviedad, que América Latina se está poniendo los pantalones largos de la emancipación, a caso dos siglos de la supuesta “independencia”; con el sano propósito, errado o no, de intentar dejar de ser el Patio Trasero de ésos que sabemos. Mucha sangría ha costado al pobre Sur, la implantación de la hegemonía del “hermano mayor”, que sigue siendo mayor dejando de ser hermano, encima dándose el lujo de amurallar toda su frontera austral para dejar afuera a los indeseables vecinos.
Los intelectuales latinoamericanos de hoy ya no rinden culto sino a la inteligencia; hace mucho que dejaron de lado la pesadilla del utópico “american dream” por otras opciones más realistas y éticas. Ya nadie con dos dedos de frente se chupa el dedo pensando que los demócratas serán mejores aliados nuestros que los republicanos. Ambos están siendo amamantados por los mismos entes corporativos que ambicionan nuestros recursos y nos imponen injerencias militares, nos guste o no. Ambos representan intromisiones, aún con ritmo de guarania o sones de arpa para dorarnos la píldora.
Nuestros países están siendo vulnerados en su soberanía, mediante políticas de choque impuestas por la usura internacional, con la interesada ayuda de gobiernos corruptos impuestos por ellos para vaciar a nuestros países de futuro a trueque de “ayuda al desarrollo” y quienes hemos vivido los años posteriores a la II Guerra Mundial, lo sabemos con certeza apodíctica. Entonces ¿a qué temer a los cambios de ruta?
Si una potencia emergente en América del Sur nos ofrece ayuda para potenciar la cultura y la inteligencia —que es la mejor ayuda que podríamos desear y necesitar—, enhorabuena. Si el trueque de alimentos por petróleo nos conviene, celebrémoslo. No es posible que ciertos jerifaltes emitan opiniones apriorísticas contra Chávez, sabiendo que hemos sido acosados con injerencias externas casi desde la guerra de la Triple Alianza.
Resumiendo la situación, a los que se quejan del “secreto” de esos tratados y cartas de intención, les diría que todos los tratados firmados por nuestros gobiernos fueron secretos… hasta mucho después de entrar en vigencia. Remember Itaipú, Mercosur, Yacyretá y muchos más que no conocemos. Todo ello se hizo entre gallos y medianoches medio chanchas, y el pueblo ha sido poco menos que convidado de piedra, endosándole hechos consumados,
No creo, ahora que el “pensamiento Bolivariano”, ya adoptado por los países del Cono Sur, exceptuando Colombia y Perú, sea peor que la “Doctrina Monroe”.


[1] Acta Institucional No. 5, instrumento “legal” de la represión en Brasil.


ACCEDA A "TROVA SALVAJE" DE CHESTER SWANN

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Para acceder a las músicas compuestas e interpretadas por Chester Swann
con el Proyecto VOX POPULI, integrado por Noelia Núñez (voz), Lea Rodas (voz).
Horacio Cordeiro (Estudios Adagio), Quique Calabrese (Guitarra, pista 11), Rolo
Chaparro (guitarra, pista 10), Chester Swann (guitarras eléctricas de 6 y 12 cuerdas, teclados sintetizadores y samplers, bajo electroacústiuco, arreglos,
voz, coros, composiciones y montaje final)